martes, 15 de junio de 2010

Looking Back

Hoy estuve sintiendome no demasiado bien al enfrentarme a los sentimientos negativos que últimamente tenia, y que eran totalmente nuevos para mi...podrían resumirse como un cabreo monumental con la vida, en los últimos tiempos parece que todas las personas a mi alrededor consiguen eso por lo que yo siempre he estado luchando, y es como si la vida no tuviera nada de eso para mi, como si se hubiese olvidado de mí. Lo que me hacía preocuparme era el hecho de no alegrarme por la felicidad de otras personas que aprecio, no quiero decir con esto que les deseara nada malo, en absoluto, simplemente, no era capaz de alegrarme por ellos.

Pero hoy escuché una canción, del gran Simon Webbe, que me hizo pensar y verlo todo con un prisma distinto. Cuando empecé a escucharla entraba el sol por la ventana, pero me percaté que a su vez, llovía. Salí a la calle y me sente un rato bajo la lluvia, sintiendo a la vez el calido abrazo del atardecer y las frías gotas de agua corriendo por mi cara, después tome un bloc de notas y un bolígrafo, ya que una parte de la canción decía "Think you've come this far with nothing to show
That ain't so, no, You don't see where you are, And if you don't look back you know you'll never know", me sente a escribir en los escalones del porche de casa, dispuesto a ver donde estaba, a comparar la persona que soy con la que era y ver hasta donde he llegado.

Antes el amor de pareja era para mí lo más importante, pero luego aprendí que el amor es mucho mayor y fuí capaz de amar de un modo distinto, no a una persona, sino a todo lo que me rodea.

Años atrás necesitaba sentirme especial y necesitaban que lo vieran para ello, hoy soy especial y lo sé aunque nadie fuera capaz de verlo.

Bueno, demasiado bueno y débil, sin embargo a día de hoy soy justo y fuerte.

Las acciones de las personas me herían constantemente, ya no lo hacen porque aprendí a relativizar.

La soledad me atemorizaba, hoy aprendí a vivir con ella.

Pase momentos en que nada parecía tener sentido, pero ví que la vida vale la pena ser vivida.

Hace unos años solo hablaba español, ahora voy a empezar a aprender mi 4º Idioma.

Antes pocas cosas me hacían sentirme vivo, pero hoy tan solo la lluvia, el viento, las estrellas, un amanecer...ya lo logran.

Antes daba todo a todos, hoy doy a quién merece.

Me atemorizaba estar lejos de la gente que quiero y salir de aquí, pero hoy soy valiente para salir solo al mundo y se que puedo valerme solo.



Creo que la vida ha sido justa en todo lo que me ha dado, excepto en el plano sentimental, pero ahora veo, que quizás si lo está siendo, que tal vez solo está esperando a que sea la persona que debo ser, que mejore todo lo que pueda y que crezca, para darme eso por lo que realmente he estado luchando.

Step by Step





The journey of a thousand miles begins with a single step

viernes, 11 de junio de 2010

El jardín de Cristal


Eráse una vez un hombre amable y gentil que vivía en una casa que daba a un gran jardín muy hermoso. Se dedicaba a crear figuras de cristal y eligió esta profesión porque se sentía identificado con ese material, le parecía hermosa esa transparencia y la forma en que dejaba que la luz le atravesara.

Un día el hombre se enamoró de alguién y tanto era su deseo de dar que decidió conocer cada detalle de esa persona, descubrió que le gustaban los tulipanes porque le recordaban a su infancia, que adoraba los animales y creia en las hadas, así que decidió crear en su jardín un regalo para su amor y empezó a trabajar en su obra. Al poco tiempo el jardín estuvo lleno de tulipanes de cristal, situados estrategicamente para que al atardecer, los tonos rojizos y anaranjados del sol los dotasen de vida, caballos y cisnes de cristal y pequeñas hadas colgaban de los arboles de modo que los rayos de la luna sobre ellas las hacian resplandecer de una forma mágica.

Cuando la persona para la que aquella obra de arte había sido creada puedo al fín divisarla, le pareció muy hermosa, pero debido a su egoismo no entendió su sentido...y al poco tiempo pensó que por tanto cristal obtendría un buen dinero, así que destrozó absolutamente todo para intentar venderlo.

El hombre se sintió muy triste, pero no permitió que eso le desanimara, simplemente tuve mala suerte se dijo, así que se dispuso a recoger los restos de cristal, mientras realizaba esto, noto como un pequeño trocito hacia una pequeña brecha en su corazón, pero el confió en que sanaría y no tendría importancia.

Al tiempo apareció otra persona, de una buena familia, descubrió que adoraba el cricket y tomar el té y como le gustaban las fuentes. El hombre le prometió un regalo, para él muy hermoso, fundió todo el cristal que habiá quedado y construyó con el un centenar de fuentes distintas por todo el jardín, de todo tipo, tamaño y forma, grandes, pequeñas, con forma de querubines, de grifo, ángeles...entre las cuales había pequeños arcos de vidrio para jugar al criket y a la sombra de un arbol una impresionante mesita con dos sillas, con tazas y teteras de cristal. Sin embargo la persona en cuestión se sintió muy decepcionada, penso que ¿cómo alguien que puede tener eso en oro, podría conformarse con simple cristal?, era tal su indignación que destrozó absolutamente todo el jardín.

El hombre nuevamente noto como un pequeño trozo de cristal abria otra brecha en su corazón, al recoger los cristales de un amor fracasado. Pero su ánimo estaba lejos de venirse a menos y siguió creando.

Con el tiempo un nuevo amor apareció en su vida, una persona profunda como el mar al que se sentía arraigada y que tanto echaba de menos, siempre le hablaba al hombre de cuando era niño y jugaba entre las olas, y buceaba entre los arrecifes de coral...así que el hombre creó un oceano, un inmeso arrecife "cristalino" en su jardín, lleno de peces, conchas y caracolas, para que la persona amada siempre pudiera recordar su hogar. Pero para esa persona, un mar de cristal nunca sería tan hermoso como el mar de verdad, así que partió de nuevo a su tierra, dejando al pobre hombre abatido nuevamente y buceando entre afilados cristales.

Esta vez notó como un cristal se incrustaba en su pecho, pero el siempre se dijo que pasara lo que pasara nunca perdería la esperanza de amar y ser amado.

Así pasaron los años, intentando crear en cristal los sueños de las personas que aparecián en su vida y una vez tras otra estos acababan destrozados, hechos añicos, pedazos cada vez más pequeños, más difíciles de recoger, por lo que poco a poco cada vez que el hombre creaba un nuevo jardín de sueños para otra persona, le costaba más, ya que los pequeños cristales que quedaban allí le dañaban sus pies descalzos, sus suaves manos.

Hasta que llegó a un momento en que su corazón sangraba ya demasiado, y su cuerpo estaba dolorido, tanto que empezó a creer que realmente, nadie nunca se dió cuenta ni seguramente lo harían, de que las figuras de cristal solo eran los bocetos, de todos los sueños que quería ayudar a cumpliar a la gente que amó.

Siempre penso que su corazón era como el cristal, pero ahora que habia tantos pedazos de el en su corazón, que casi verdaderamente lo era, se dió cuenta de que faltaba algo, calor.

Y el hombre...tuvo miedo, de no volver a amar nunca más, tuvo miedo a construir nuevos sueños para la gente, empezó a dudar del sentido de hacerlo, cuando...lo más hermoso que podía dar y que sabía hacer, nunca fué bastante hermoso para nadie...

Desde entonces sueña con que algún dia alguien se pare a curar las heridas y le enseñe a construir un jardín de sueños reales, construidos con verdad y no con cristal...alguién que nunca más deje una estela de vidrio en su corazón.

martes, 8 de junio de 2010

Recordando...las tardes escondidos


Cómo a veces creo que no recuerdo muchas cosas de cuando era pequeño, inauguro una nueva categoria "MEMORIES" donde hablare de recuerdos que me vayan viniendo de cuando era un crío (y no tan crío)

El primero que me viene a la mente es las tardes de verano, cuando en mi armario con varios compartimentos entraba con mi hermano. Yo abajo al lado de la cajonera, donde colgaba los posters de las Spice Girls y mi hermano encima del tablon, como si en dos pisos estuvieramos. Y allí nos metiamos como si fuera nuestro refugio, nuestro rinconcito personal y secreto de la casa.

Creo recordar también que guardaba allí revistas. Esa cajonera ya no está, era una cajonera grande y blanca, con unos cuantos años.

Dove sono andato io?

Oggi mi sono perso un'altra volta. Sento il mio corpo cadere in questo incubo, non è arrivato ancora il modo peggiore in cui mi posso sentire, ma certamente non voglio arrivare a quel punto.

Penso sia frutto di questa certa instabilità, di questo blocco sentimentale. Ho premura di scappare di questa città, della vita monotona, ma non posso evitare pensare se forse non sto tentando di nascondermi di me stesso.

Mi sento inferocire dovuto a questa ingannévole mente mia, che cazzo sto cercando qua?...forse sono io troppo perfetto nella mia vita, troppo "benfatto", magari sto chiedendo tanto...che dimentico chi sono...oppure no. Mi vengono così tante dubbi.

Comuque, mi rendo conto che quello che è succeso mi ha datto un po di auito a svegliarme, ad essere più conscienti. Ho bisogno del mio tempo per stare bene e in queste settimane, precisamente di quello non ne ho in abbondanza.

Bisogno ritrovarmi...bisogno non camminare più in circoli.