domingo, 31 de octubre de 2010

Agradecimiento

Sintiendome un poco nublado como el día que había amanecido, no pude evitar tomar mi camara, cargarme de música las orejas y salir a la calle a disfrutar de los rayos de sol que empezaban a abrirse paso entre los nubarrones.

Caminando pase por un bonito cementerio, lleno de flores, debido a las fechas en las que estamos. Me senté allí en un banco, en mis auriculares Vega cantaba "Mi habitación" y yo observaba todas las personas que pasaban a visitar a algún ser querido.

Y yo empece a visitar a mi querida abuela en mi mente, y aunque mis ojos, como presas intentaban controlar el agua, estaba lleno de demasiados sentimientos, así que no pudieron mas que ceder paso a las lagrímas, fluyendo hasta perderse con los charcos.

Te pensaba abuela, te echo de menos, a veces cuando me paro a recordarte, aun siento que duele demasiado, han pasado varios años y aún no soy consciente de que no estás. Adoro cuando vienes a verme en sueños, aunque a veces sea para hacerme saber que no te gusta lo que pasa aquí, no obstante siempre adoro verte, y pienso que no puedes mas que ser tú, que no puede ser fruto de mi mente, porque apareces tal y como eras en mis sueños, sin distorsiones.

Estando allí sentado, una mujer se acerco y me pregunto que porque estaba triste, y el conte que te echaba de menos, ella me conto que habia perdido a su padre hacia tres años, luego se sento en el banco de al lado, cuando me iba ví que lloraba, me acerque a ella y le di la mano y la abrace, y le dí las gracias, gracias por la humanidad simple y pura, pero que tanta gente ha perdido, de acercarse a alguien que llora y preguntarle si esta bien.

Me alegro el día y me inspiro para ir y tomar fotos, entre en una iglesia aunque no sea religioso ni crea en ella, pero disfrute del silencio y de ver a unos niños poniendo velitas en una extraña y hermosa espiral de hierro con palabras escritas entre ellas "Liebe" (amor).

Gracias por días como hoy, que me recuerdan quien soy.